martes, 10 de julio de 2012

La otra historia de Spiderman


Entre la gran marea de reboots cinematográficos prácticamente innecesarios que arrasa Hollywood últimamente, se estrenó la semana pasada The Amazing Spiderman, la visión del director Marc Webb (500 días juntos) de la popular historia del hombre araña. Y vale que las comparaciones son odiosas, pero como la situación lo pone en bandeja, que la primera saga de Spiderman acabó en 2007, intentaré comparar esta nueva adaptación con la primera película de Sam Raimi, que es una de mis películas de superhéroes favoritas. Pero vayamos por partes.

Acción: Decían que Marc Webb se iba a centrar en la parte más emocional de Spiderman y que la acción iba a quedar en segundo plano, pero en mi opinión la película no solo cuenta con una gran dosis de acción, sino que encima ésta está muy bien realizada. Webb se confirma como un gran director con su segunda película, que está francamente bien rodada. Mucho mejor que la de Raimi en este aspecto, sin duda.

Épica: El último tramo de The Amazing Spiderman es puro desenfreno que no da tregua al espectador. Quizá la épica queda un poco impostada, pero cuela: la última hora de la película de Webb es tremendamente emocionante, lo que no quita que también lo fuese la de 2002 dentro de sus limitaciones. En resumen: minipunto para The Amazing Spiderman.

Tono: El reboot de la saga hace una apuesta importante por el humor. Los diálogos son más rápidos, más sarcásticos, y también más forzados (en mi opinión). La Spiderman de Sam Raimi era menos hilarante, pero conseguía un tono simpático con menos esfuerzo y resultaba más natural, así que en este sentido, me quedo con la versión de Tobey Maguire.

Banda Sonora: La música compuesta para The Amazing Spiderman por James Hormer no está nada mal, pero no se puede comparar con la personalidad de la banda sonora que hizo Danny Elfman para Spiderman I.

Historia: Los orígenes de Peter Parker, su relación con sus padres o por qué le dejaron con sus tíos son algunos de los temas que se tratan en la nueva película, que tiene una historia mucho más compacta que la primera y consigue darle más matices al personaje principal. Es éste el aspecto en el que más sobresale esta versión por encima de la primera.

Relación amorosa: Emma Stone y Andrew Garfield tienen una gran química, y se nota: traspasa la pantalla. Sin embargo, la relación entre Peter Parker y Gwen Stacy es demasiado complaciente y carece de la épica que sí tienen Parker y Mary Jane.

Peter Parker: Andrew Garfield es un gran actor, y por eso me da rabia decir que me convence menos que Tobey Maguire para el papel. No me lo creo como loser, y buena parte de la culpa la tiene también el guión. Este Peter Parker pronto se encuentra agusto en su papel de héroe y se le nota en los comentarios sarcásticos y la autosuficiencia. Tobey transmitía mejor la sensación de que la situación le superaba.

Efectos especiales: Diez años han pasado, y en materia de efectos visuales, es una eternidad. Si la fotografía de The Amazing Spiderman ya es mejor que la del film de Raimi, los efectos especiales son prácticamente impecables. Entras en el universo de Webb en un instante y es una delicia visual.

En definitiva, aunque The Amazing Spiderman es mejor en varios aspectos, no me gusta más que Spiderman I. Tiene puntos fuertes que conviene resaltar, pero con tan poco margen de tiempo queda muy claro que es un reboot completamente innecesario. Aun así, la película es lo suficientemente buena como para que merezca la pena verla, sobre todo si no se ha visto la original.

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