lunes, 6 de agosto de 2012

Buscando defectos desesperadamente


Nota: No iba a escribir nada de Prometheus, pero Internet me ha obligado. Ah, y la entrada NO tiene spoilers.

El hecho de que Prometheus sea una precuela de Alien, un clásico del cine de terror, ha hecho que se hable de ella en cualquier lado pese a su condición de blockbuster comercial. JotDown, uno de los nuevos medios más respetables del panorama español, no ha dedicado artículos a Los Vengadores o Los Juegos del Hambre (o al menos yo no he encontrado nada en el buscador), pero estaba claro que no podía eludir la cita con Ridley Scott y su intento de expandir un poco más el universo de Alien. El autor de la crítica, que es la que más me ha molestado de las que he leído, no solo ha utilizado ésta como un medio para despellejar a Damon Lindelof, que no es el principal responsable del guión aunque sí colabora en él, sino que además ha insultado abiertamente a toda una generación de espectadores, porque él puede.

Seguramente, en un intento de defenderla, acabaré criticándola como el que más, porque el guión de Prometheus es bastante malo. No me parece una película brillante, y tampoco el mejor blockbuster del año (ha tenido una fuerte competencia). Aunque salí del cine contento, cuanto más la medito y más leo sobre ella, peor me parece. Sin embargo, es cierto que pocas películas comerciales de ciencia ficción son capaces de aguantar un análisis exhaustivo, y el “mucho abarca y poco aprieta” y las pretensiones del film han enfurecido a los fans de la original, que han empezado a enumerar defectos como si les fuera la vida en ello. Unos verdaderamente reseñables y otros no tanto.

Digamos que en cierto momento de la película, los personajes se encuentran con un bicho/cosa/criatura de aspecto amenazante. Vosotros, yo y cualquiera de los espectadores de Prometheus habríamos salido por patas al verlo aparecer. En cambio, los protagonistas, que acaban de llegar a un planeta desconocido, actúan más bien como si hubieran visto un cachorrito recién nacido. Obviamente, se comportan como unos estúpidos, pero ¿acaso no hacían lo mismo en Alien los protagonistas cuando trataban de capturar al bicho con una red? ¿No es un recurso explotado hasta la saciedad en el cine de suspense para crear tensión en el espectador?

Es un detalle perdonable (y yo creía que un recurso comúnmente aceptado), pero que no se pasa por alto porque buscar fallos en el guión de Prometheus es un juego tan divertido que todo el mundo se apunta. No hay más que leer los comentarios de cualquier blog o leer las críticas de la película en FilmAffinity. Y, aunque tiene unos cuantos agujeros, algunos no son tan garrafales y muchos tienen su explicación a pesar de que no se verbalice. El lector, saturado de una crítica tras otra enumerada, acaba pensando que la película es directamente una mierda, y tampoco es así. La cinta de Ridley Scott, aparte de ser visualmente apabullante (algo que todos dábamos por sentado), es muy entretenida, tiene momentos de verdadera tensión (y una escena inolvidable) y tiene a Michael Fassbender brindándonos otra interpretación sobresaliente (y ya van...). Yo la encontré satisfactoria a pesar de todo.

También es cierto que soy de los que prefieren no detenerse a valorar cada elemento del guión a sabiendas de que eso me puede impedir disfrutar todo lo que podría, pero encuentro más negativo, por ejemplo, que un par de momentos de la película sean forzadamente dramáticos y den más bien risa, o que el personaje de Fassbender sea el único al que han conseguido dotar de complejidad.

Y, aunque Alien tampoco tuvo ni un solo personaje mínimamente profundo, también es cierto que nunca lo pretendió. Si es un clásico del cine y ha pasado a la historia es porque consiguió todo lo que pretendía: una tensión creciente y un ambiente sobrecogedor que dura hasta el último minuto del metraje. Prometheus pretendía más y se queda a medias: quería también crear tensión (y lo consigue, aunque solo en momentos puntuales), plantear cuestiones religiosas y sobre la identidad humana (y las plantea, aunque no las responde), tener unos personajes profundos (y salvo los dos protagonistas, el resto son muy planos) y explicar el origen de los aliens (y lo hace, aunque en mi opinión no era necesario). Pero hay que ser conscientes también de que está planteada como una trilogía, así que habrá que ver hacia dónde nos lleva el viaje y si se llenan los agujeros que ahora todos señalamos.

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