domingo, 2 de diciembre de 2012

Las risas de la CBS


Que una serie tenga risas enlatadas no la convierte automáticamente en Dos hombres y medio. La CBS, cadena viejuna por excelencia, es experta en este tipo de sitcoms multicámara clásicas que se ruedan en un plató de cartón con público en directo, y lo cierto es que en su programación aún hay cosas salvables:

Cómo conocí a vuestra madre, la madurita interesante

Cómo conocí a vuestra madre lleva tanto tiempo siendo la apestada de la parrilla de muchos seriéfilos que ya cuesta recordar los tiempos en los que se la consideraba la mejor comedia en emisión. Llegaron Parks & Recreation, Modern Family y Community, y poco a poco le fueron quitando el puesto. Pero los juegos temporales de la historia de Ted Mosby, que en su momento habían fascinado a la audiencia, ahora parecen ser el exponente del tedio. Y la verdad es que me sorprende, porque para llevar ocho años en antena, creo que la serie se mantiene bastante fresca.

Obviamente, Barney Stinson está muy quemado, y no es para menos, pero el resto de personajes aún están en forma. No me importa quién es la madre, es decir, me da igual quién será la actriz que la interprete. Lo único que sé es que Cobie Smulders está más inspirada que nunca y los guionistas le dan últimamente más cancha, lo que es motivo de celebración; Marshall y Lily me siguen pareciendo entrañables y me divierte su vida de padres primerizos; y, por supuesto, me gusta cómo juegan con el tiempo (ya sea viajando al pasado, al futuro, o intercambiándolos) en cualquier episodio para contarnos algo, me hace gracia la censura que Ted hace en su narración y, en general, me entretiene. Es, de hecho, uno de los mejores ejemplos actuales de que unas risas enlatadas no determinan la calidad de una serie.

The Big Bang Theory, la cansada evolución de los frikis

Su compañera de cadena y de desventuras es The Big Bang Theory. La de Sheldon Cooper es ahora mismo la serie más vista de la parrilla america. No quiero seguir haciendo de abogado del diablo, pues a esta se le nota más el desgaste, pero si la sigo viendo no es por inercia, sino porque el duo cómico que forman Sheldon y Penny sigue dando grandes momentos en la mayoría de episodios y las referencias frikis/científicas aún le dan un toque distintivo. El problema es que todo lo demás suele fallar. A Amy, el personaje de Mayim Bialik, por fin lo han perfilado bien, pero Bernadette no solo no funciona en absoluto, sino que lastra a Howard por completo. Además, últimamente parece que los episodios carecen de motor y son simplemente una sucesión de escenas. Las tramas que hacen de hilo conductor son demasiado pobres o tontas.

2 Broke Girls, lo que la CBS se olvidó de censurar

Y, por último, toca hablar de la más joven de las tres. 2 Broke Girls afrontaba su segundo año en CBS con el riesgo de cansar al espectador una vez pasado el factor novedad. La química de Kat Dennings y Beth Behrs ya sabemos que funciona, pero los guiones podían empezar a repetirse. ¿La solución? Convertirse en algo aún más bestia. Si en la primera temporada hablaban abiertamente de corridas y vaginas, ahora ni siquiera el sexo anal es un tabú a la hora de abordarlo explícitamente. De hecho, el episodio de los amish tiene escenas que bien podrían ser el arranque de una película porno.

Lo gracioso es que todo este humor escatológico y sexual basado en vómitos y masturbaciones, por básico que sea, está tan bien traído que uno no puede hacer otra cosa que partirse de risa. Y, además, hay un punto entrañable entre la relación de las dos protagonistas, cada vez más cerca de conseguir su sueño de abrir una tienda de cupcakes, que hace que esta sitcom, más simple que el mecanismo de un botijo, sea muy satisfactoria.

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